Las tendencias en entrenamiento están cambiando rápidamente. Los empresarios están menos dispuestos a pagar para que sus gerentes y directivos hagan “turismo de capacitación” y buscan que los resultados de lo aprendido se traduzcan de modo visible en mejoras en el desempeño de sus equipos de trabajo.
Uno de los errores más grandes que cometen las empresas es reducir su presupuesto destinado a la capacitación; olvidan que invertir en el capital humano es la mejor manera de incrementar la productividad laboral.
La valoración de un proceso es indispensable para determinar su efectividad y eficiencia. El objetivo que se pretende conseguir al evaluar este ciclo, es tomar decisiones adecuadas con base a los datos arrojados.
El mercado laboral es cada vez más exigente. Ya no basta con tener un título para obtener un buen trabajo; además es vital contar con ciertas aptitudes y destrezas para destacar entre los demás profesionales.
El valor de la empresa ya no radica en sus recursos materiales, la producción, el transporte o la materia prima únicamente. Hoy en día, la competitividad de las compañías tiene su pilar fundamental en el saber hacer; el conocimiento.