Uno de los errores más grandes que cometen las empresas es
reducir su presupuesto destinado a la capacitación ; olvidan que invertir en el capital humano es la mejor manera de incrementar la
productividad laboral . Además, esta capacitación funge como un aliciente personal, ya que los profesionales se sienten motivados debido a los conocimientos que adquieren. No olvidemos también que un equipo de trabajo feliz es directamente proporcional a un gran clima de trabajo, el cual permite que empleados y empleadores den lo mejor de sí mismos.
Para ayudarte a delinear tu estrategia en materia de capacitación, a continuación te contamos seis errores comunes al administrar la capacitación de personal:
- Creer que la capacitación de personal es un gasto innecesario. Esta es la idea más común que pasa por la mente de los líderes, y es que el dinero es algo que preocupa a cualquiera. Pero recuerda que “lo barato sale caro” y es mejor apostar por la capacitación de personal que tener siempre la duda de si las cosas saldrán o no como lo esperas. Al actualizarlos te aseguras de contar con personas valiosas y efectivas para la empresa.
- Asumir que cualquiera puede impartir una capacitación. Dependiendo de las necesidades de la empresa, hay ocasiones en las que el personaje indicado para brindar capacitación es un elemento de la misma compañía, capaz de transmitir sus conocimientos. Sin embargo, hay ocasiones en las que se requiere de apoyo externo y especializado en ciertas áreas para que se encarguen de actualizar al capital humano. La clave está en definir el tipo de capacitación que se desea impartir y hacer un análisis detallado de quién es el profesional indicado para llevar a cabo la tarea. Asegúrate de que los capacitadores sean personas que conocen del tema al 100%.
- Calcular que el único gasto es el del proveedor o el del curso que se va a dar. ¡Error! Si bien debes invertir en la capacitación de empleados, no se trata de “echar la casa por la ventana”; lo mejor que puedes hacer es moderarte y hacer un presupuesto en el que determines factores como el salario del instructor o especialista que vas a contratar, la renta del establecimiento o el acondicionamiento del lugar donde se impartirá el curso, la compra de materiales didácticos y auxiliares, y el servicio de cafetería o comida. De esta manera te aseguras de invertir lo necesario para formar personas altamente efectivas.
- Pensar que no importa el lugar donde se imparta la capacitación. Que los recursos de tu organización sean limitados no quiere decir que la capacitación tiene que ser impartida en un lugar con carencias. La transmisión de conocimientos puede darse en un espacio dentro de la misma compañía, siempre y cuando esté equipado con los elementos básicos (sillas, mesa, equipo tecnológico como computadora y proyectores, pizarrón y elementos didácticos necesarios); si el presupuesto es mayor, se puede alquilar alguna oficina o salón externo que ya cuente con lo necesario (aunque debe ser en una zona de fácil acceso para todos los involucrados). En ambos casos, debes asegurarte de que no haya ruidos externos que impidan la concentración y, en caso de involucrar mucho movimiento físico, que haya el espacio suficiente para realizarlo. En el caso de que se trate de una capacitación online, debes asegurarte que la conexión y velocidad del Internet sean las óptimas.
- Suponer que cualquier curso o capacitación es buena. Un buen programa de capacitación tiene una estructura lógica con sentido para la organización. Crear y gestionar un programa de esta índole implica planificación, la cual incluye quiénes serán capacitados, en qué modalidad y qué temas se van a tratar. En este último punto, se recomienda que hagas una lista de los conocimientos especializados que deberían ser parte del currículum de tu personal y las necesidades de capacitación que cada área de tu organización requiere para asegurar que elijas el curso correcto.
- Considerar que el éxito del curso depende de la persona capacitada. Al igual que cualquier actividad realizada, el programa de capacitación debe ser evaluado. Pero, ¡atención! el éxito del curso no depende solamente del desempeño del capacitado, sino también del proveedor. Por ello, se recomienda poner el acento en saber si el capacitador impartió y ejecutó bien el curso. El administrador de la capacitación debe medir los aspectos externos, la estructura, el material del curso, el ambiente, así como pedir un feedback del curso/capacitación a los participantes. Con base en estos aspectos, puedes evaluar qué mejorar y qué cambiar para obtener los resultados esperados.
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