Al igual que sucede en todo mercado, el laboral es tan complejo como el resto y mantiene la estructura básica de una
oferta y una demanda que interactúan produciendo un resultado en
empleo y remuneraciones al trabajo.
Hay que distinguir que existen diferentes trabajos, profesiones, carreras y claro está, diferentes tipos de remuneraciones. Se puede decir que existen tipos de remuneraciones tanto nominalmente como en su origen o causa que le da lugar al salario.
Pueden existir muchas formas de remuneración, entre ellas destacamos:
Según periodicidad de pago:
Salario mensual o sueldo
Salario quincenal
Salario diario o jornal
Según factores de compensa:
Salario ordinario: remunera la actividad realizada en la jornada ordinaria de trabajo.
Salario integral: remunera la actividad realizada en la jornada ordinaria de trabajo, los recargos a que haya lugar por trabajo nocturno, dominical, extra y la totalidad de las prestaciones sociales del trabajador.
Según forma de causación:
Salario fijo: se causa en su totalidad independientemente de la eficiencia o productividad del trabajador.
Salario variable: se causa de acuerdo con las actividades realizadas por el trabajador y varía de acuerdo a su eficiencia.
Salario mixto: aquel que se compone de una porción fija y otra variable.
Sin embargo, no todo es (no debería) ser dinero. Una de las asignaturas pendientes de los departamentos de Recursos Humanos y dentro de ellos de la gestión del talento, es sin duda la satisfacción y la motivación de los empleados. Sin motivación no hay retención de talento y los empleados acabarán marchándose.
Existe la tendencia a pensar que la mejor motivación puede ser un buen salario, sin embargo, es un gran error. Existe otro tipo de motivaciones, compensaciones y salario que complementa al económico y que en muchas ocasiones puede ofrecer más satisfacción para el empleado.
El salario emocional
El salario emocional, se refiere a todas aquellas retribuciones no económicas que el trabajador puede obtener de la empresa y cuyo objetivo es incentivar de forma positiva la imagen que tiene sobre su ambiente laboral e incrementar su productividad, así como satisfacer las necesidades personales, familiares o profesionales que manifiesta, mejorando su calidad de vida y fomentando un buen clima organizacional.
Pero, ¿qué incluye el salario emocional?
Horario flexible: cumplir con las ocho horas pero sin tener horario estricto de entrada o de salida, lo verdaderamente importante es realizar nuestro trabajo sin necesidad de estar las ocho horas en una oficina. Salvo las mentes más cerradas, toso el mundo entiende ya que cumplir un horario no es sinónimo de productividad.
Teletrabajo: o trabajo a distancia. Muy valorado por las nuevas generaciones de trabajadores, acostumbrados al uso de las herramientas informáticas, pero también es un beneficio importante para padres o madres que tienen hijos o familiares enfermos y les resulta muy complicado conciliar la vida laboral y familiar.
Desarrollo de la carrera profesional: las organizaciones más avanzadas en la gestión del talento capacitan a sus empleados para el desarrollo de la misma. Les ayudan económicamente en el pago de alguna formación o le facilitan asistir a esas formaciones.
Guardería
Días libres
Beneficios sociales: seguros, planes de jubilación, ayudas a la educación de los hijos, abono de los costes de transporte y alimentación.
Espacios de distracción: como las de Google y otras organizaciones punteras que ofrecen a sus empleados salas de descanso, salas de juegos, salas con televisión, gimnasios u otras salas dedicadas a desconectar del trabajo.
Capacitación extra: como idiomas, talleres literarios o de cualquier otro tipo y que el trabajador considera necesario para su desarrollo personal.
Reconocimiento al trabajo bien hecho: algo tan sencillo de hacer pero a la vez tan difícil de encontrar en tantas organizaciones actuales. A todas las personas y por ende a todos los trabajadores, nos gusta que nos digan las cosas que hemos hecho bien y no solamente aquellas que hemos hecho mal. Palabras tan sencillas como “gracias”, “enhorabuena”, “bien hecho”, “confío en ti”, son parte de un salario emocional que compensa y satisface en ocasiones mucho más que cualquier retribución económica.
¿Conocían las características del salario emocional? ¿En su empresa lo toman en cuenta?
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