Publicado el 10/11/2016
Big Data, Big Data, Big Data… ¿Cuántas veces has leído este término en los últimos meses? ¿Sabes bien qué es? En IC Editorial queremos despejar dudas y por eso hemos estado investigando para despejar dudas y entender su funcionamiento.
El concepto se refiere al proceso de recolección de grandes cantidades de datos y su posterior análisis para descubrir información oculta simple vista. Hablamos de tal volumen de datos que mediante software habitual no pueden ser capturados ni procesados. Se trata de una corriente que se engloba dentro del campo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación y que estudia datos procedentes de las llamadas telefónicas, redes sociales o pagos con tarjeta.
Analizar estos datos permite establecer cohesiones y conclusiones para beneficio de las empresas y organizaciones ya que se obtienen patrones y tendencias para tomar decisiones con sentido. En definitiva, los meta datos permiten hacer diagnósticos fiables en diferentes campos.
De forma genérica, se definen con las cuatro V: volumen, velocidad, variedad y valor.
Se refiere a la cantidad datos, es decir, la acumulación a gran escala de datos. Para acceder a ellos se requiere de técnicas y análisis fuera de lo habitual. Se usa un software complejo que analiza los datos obtenidos y lo convierten en información útil.
La rapidez con la que ocurre todo. Los datos se generan a gran velocidad. Tengamos en cuenta que prácticamente un 90% de la población se conecta a Internet y cada rastro que dejan, es un dato. Por lo que la acumulación en cifras, es prácticamente incalculable.
Diferentes fuentes y formatos aportan datos a la masa Big Data. Algunos relativamente fáciles de gestionar y otros que requieren de una importante labor de análisis. Subir una foto a Instagram, Twittear o hacer una búsqueda en Google aporta más datos de los que creemos y son información útiles para empresas, por ejemplo, de marketing.
Este concepto se refiere a la calidad del dato y a su disponibilidad. En cierto modo, la variedad afecta a la veracidad. Es algo complicado, ya que durante el proceso de recabar y analizar datos es fundamental un sesgo por la cantidad de datos que nos alejen de nuestro objetivo. Por ello, es imprescindible que comprobemos de qué fuentes provienen los datos, para ello es interesante contar con profesionales que esté preparados para analizar e interpretar los datos y decidir su grado de fiabilidad.
Tiene que aportar algo. Trabajar con Big Data debe dar valor a quienes los lleven a cabo. Debe fomentar la innovación y tener un uso inteligente.
En definitiva, si pensamos por ejemplo en una empresa de publicidad y marketing, contar con este tipo de datos permitirá crear campañas adaptadas, por ejemplo, a la rutina del público objetivo y estar más cerca de captarlos como clientes y vender sus productos o servicios.
Así, a partir de ahora piensa qué tipo de datos puedes ofrecer con tus búsquedas en Internet o con tus pagos… Tus movimientos interesan… ¡Y mucho!
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